miércoles, 27 de julio de 2011

Lewis Binford y el hombre del autobús.



"Hace algún tiempo, en el autobús, un señor de edad me preguntó qué hacía. Yo le dije que era arqueólogo. Él replicó: "Eso debe ser maravilloso, porque lo único que se necesita para tener éxito es suerte". Tuve que convencerle de que su punto de vista sobre la arqueología no era el mío. Él tenía la idea de que el arqueólogo "desentierra el pasado", que el arqueólogo con éxito es el que descubre algo que no se había visto antes, que todos los arqueólogos emplean sus vidas yendo de un lado a otro con el fin de realizar descubrimientos espectaculares. Es ésta una concepción de nuestra ciencia quizás apropiada para el siglo XIX, pero que no se ajusta a la naturaleza de la arqueología tal como se practica hoy en día, al menos en los términos en los que yo la concibo. [...] Como muchas personas, el caballero del autobús estaba bastante equivocado al creer que el arqueólogo "descubre el pasado". El registro arqueológico está aquí, con nosotros, en el presente. [...] Es una parte importante de nuestro mundo contemporáneo y las observaciones que hacemos sobre él están aquí y ahora, son nuestras contemporáneas. [...] El único modo de poder entender su sentido es averiguando cómo llegaron a existir esos materiales, cómo se han modificado y cómo adquirieron las características que vemos hoy."

Lewis Binford, padre de la Arqueología Procesual.

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