Los restos de nuestro pasado siempre han luchado para poder llegar a todos. Hace unos años, la batalla se libraba a los pies de los museos, iglesias y centros de interpretación. Las únicas imágenes de la vanguardia, de las últimas noticias y primeros chascarrillos, llegaban pasados un par de días a las televisiones provinciales y, en los mejores casos, a aquellas nacionales. Los periódicos, de cuando en cuando, incluían entre sus páginas de cultura alguna noticia que oscilaba entre la columna y las dos páginas -oh, gran privilegio-, eso sí, frecuentemente en contrastado blanco y negro.
Subir al carro de las Redes Sociales se ha convertido en una de las mejores armas con las que cuenta hoy en día el Patrimonio para llegar a todos. |
¿Cómo se seguían aquellas noticias? Tarea engorrosa para el no adicto al tema en concreto. Oía algo en la caja tonta a la hora de comer -normalmente en el mismo tono insoportable y dulzón- y sí, le sonaba a cultura, a algún hallazgo, quizás podría llegar a resultarle interesante pero... espera, espera, que llegan los deportes. Y la pequeña ventana desde la que el patrimonio podía asomarse a todos quedaba apisonada por el coloso del fútbol. Que, por otro lado, interesaba más a los comensales.
Como todos los cambios históricos, el salto del Patrimonio a las Redes Sociales no tiene fecha concreta. Nadie se acuesta medieval y se levanta renacentista, decía un profesor mío. Y en este caso vuelve a cumplirse.
Poco a poco, se fueron haciendo cada vez más importantes las áreas de cultura en los periódicos digitales, que ya engullen al papel y que comenzaron a ser progresivamente más visitados por todo el mundo, al ser un medio de información accesible cuando se quisiera y, frecuentemente, actualizado minuto a minuto.
Noticias sobre Historia, Arte y Arqueología dan la vuelta al mundo gracias a las Redes Sociales. |
Sin embargo, la gran revolución llegó de la mano de Facebook y Twitter. Miles y miles de personas interesadas en el Patrimonio siguen hoy al segundo, con verdadera asiduidad, las publicaciones de innumerables medios que hablan de Historia, Arte y Arqueología. Y, ya nos lo decían en el colegio: "¡Compartid!" Esa es la clave de las redes sociales: los enlaces que se comparten en Facebook o se retwittean en Twitter hacen que la información llegue a amigos y seguidores que en un principio no estarían interesados. Así, a lo largo de este año, noticias como la terrible situación del patrimonio en Siria, la recuperación del Códice Calixtino, el estudio del Claustro de Palamós, o el reciente desastre de la "restauración" del Ecce Homo de Borja, han estallado en las redes sociales y generado múltiples reacciones entre afines y ajenos.
La creciente importancia de estas "cajas de sastre" del siglo XXI permite, además, que la proyección del Patrimonio sea mucho mayor gracias a plataformas dedicadas exclusivamente a su difusión como Canal Patrimonio, Mediterráneo Antiguo, Románico Digital, Gerión, etc., blogs de particulares o páginas coordinadas por profesionales que contribuyen a extender la información como la pólvora, con rigor, criterio, y de forma amena.
Una particular se hace una foto con el "Ecce Homo" de Borja tras su fatídica "restauración". |
Sin embargo, bien es cierto que en ocasiones la velocidad con la que nos llega la información hace que la lectura pausada y el contraste de fuentes se deje de lado completamente. Algo así pasó, por ejemplo, con la rimbombante noticia de que las cabezas de la Isla de Pascua poseían cuerpo -algo que se vendió como novedad y que, en cambio, ya aparece reflejado en libros de hace décadas que tratan el asunto-.
Algo así está sucediendo también con la reciente noticia del hallazgo de una cabeza de León de Bronce y una armadura o escultura en las aguas del mar de Riace: se publicó a los cuatro vientos en los medios italianos, y se difundió rápidamente en las Redes Sociales. Poco después se dijo que la supuesta "armadura o escultura" era el radiador de una embarcación moderna. Facebook y Twitter, en cambio, no entienden de parar, leer, contrastar y publicar. Son una batidora acelerada, una cuádriga de caballos desbocados, y todavía sigue dando vueltas la noticia del hallazgo de una "escultura o armadura".
Pese a todas las desventajas que puedan tener, las Redes Sociales constituyen sin duda un aliado para la difusión del Patrimonio. Aprovechémoslas.
Pablo Aparicio Resco
@ArcheoPablo
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