Pues sí.
Después de una Fiestas increibles (con grandes risas, conversaciones, cocteleras, bailes...) y de un fugaz viaje a Sevilla (para estar con mi tía y visitar las ruinas de Itálica, en esencia) he regresado y continuaré metiendo entradas al blog.
Sin embargo, me he dado cuenta del daño que hace el ordenador a una vida que intenta ser de provecho. Quita tiempo de donde no lo hay, no deja leer, ni pensar siquiera, ni hablar a veces.
Y ahora un virus mortífero se ha hecho con el control de mi teclado y mi ratón, nada más oportuno para empujarme a separarme cada vez más de este amasijo de chips y plástico.
Tendreis noticias de mí por aquí......
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