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domingo, 24 de mayo de 2009

Adiós a Mario Benedetti


Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría



Gran poema de un gran poeta y escritor que cayó el pasado 17 de Mayo.
Su poesía nunca se silenciará.
Requiescat in Pace.

domingo, 17 de mayo de 2009

Safo...


Igual parece a los eternos Dioses
quien logra verse frente a ti sentado.
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!
···
A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte; ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir, y rota
Calla la lengua.
···
Fuego sutil dentro de mi cuerpo todo
Presto discurre; los inciertos ojos
Vagan sin rumbo; los oídos hacen
Ronco zumbido.
···
Cúbrome toda de sudor helado;
Pálida quedo cual marchita yerba;
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte,
Muerta parezco.
···

Safo de Lesbos
(hacia el 610 a.C-hacia el 580 a.C.)

lunes, 11 de mayo de 2009

Progreso

Pablito contaba con tan solo tres años cuando subió por primera vez sobre aquellos tablones de madera. Su padre era muy joven y se dedicaba al trueque y fue el que le aupó sobre el carruaje de nogal que le cambiaría la vida. ¡Aquello se movía! ¡Le parecía increible! ¡Sin usar las piernas! El aire, el sol, aquellas sensaciones mágníficas se reflejaban en su joven rostro con una sonrisa.

Durante el viaje, Pablo vio desaparecer al caballo, que se fue trasformando en una tupida nube de humo negro. ¿Qué extraño sortilegio era ese? "Progreso", le contestaba su padre, el mercante. El carruaje de acero corría ahora más rápido y había crecido, dejando atrás más y más árboles, pero también el helado frío del invierno, que había dejado de golpear su cara.

El polvo y las rocas del camino daban paso al traqueteo de una vía y Don Pablo miró por la ventana, extrañado, al ver que el humo negro, que antaño fuera caballo, se había ocultado dejando en su lugar tejido un pentagrama de finos cables que pendían sobre su cabeza. ¿Qué clase de ingenio mecánico era ese? "Progreso", le contestaba su padre, el banquero. Y, mientras una voz sin vida anunciaba la próxima parada, más y más árboles iban quedando atrás, solitarios y caídos.

El Señor Don Pablo olvidó, quizás ya no lo oía, el traqueteo de las vías, ya casi no recordaba la tediosa marcha de un solo caballo pues veía que, durante su fugaz viaje, había comenzado a dejar atrás a los pájaros, ahogados de gris y negro. ¿Qué tipo de truco informático era ese? "Progreso", le contestaba su padre, el economista. Y, mientras cerraba los ojos, el Señor Don Pablo se preguntaba si habría cogido el camino en sentido contrario.

Pablo Aparicio Resco

domingo, 10 de mayo de 2009

Molière y su crítica a la sociedad

Molière, por Nicolas Mignard (1658)

Las apariencias y la hipocresía juegan un papel demasiado importante en la actualidad, pero sin duda la época en la que todas las relaciones sociales eran puros juegos escénicos, la época en la que se honesto implicaba ser vano, hipócrita, chismoso... esa era el Barroco.

Molière (1622-73) fue un dramaturgo y actor francés que, en pleno s. XVII pone en boca de Elianta, en su obra "El Misántropo", estas palabras que nos muestran cómo la hipocresía jugaba - y quizás juega - un papel principal en el Amor:

"Por lo común, bien otras leyes sigue el amor,
vemos que siempre elogian su elección los amantes;
su pasión, de censura no encuentra nada en ella,
y el objeto amado todo amable se vuelve;
colocan los defectos entre las perfecciones,
y saben aplicarles nombres que favorezcan.
En blancura al jazmín semejante es la pálida;
es morena adorable, la negra que da miedo;
la flaca, ligereza y cinturita tiene;
está la gorda llena de un porte majestuoso;
la que va desgreñada, y es muy poco atractiva,
es puesta bajo el rótulo de belleza informal;
la giganta, a sus ojos una diosa parece;
la enana, abreviatura del deleite del cielo;
la altiva, un corazón tiene digno de un trono;
ingeniosa es la astuta, la necia siempre es buena;
de simpático humor la parlera en exceso,
y honesta y pudorosa muéstrasé la que es muda.
Así es cómo un amante de exagerada llama,
ama incluso las faltas de aquella a la que quiere.


En fin, vereis que no le falta razón y que el tono de sarcasmo y queja contra un comportamiento aristócrata es palpable. Elianta, junto con Filinto, constituyen en la obra el puente que une el coro de cortesanos donde reina la hipocresía y la figura protagonista de Alcestes como extremo de antisocial y de figura que repudia la sociedad en la que vive.


Pablo Aparicio Resco