lunes, 15 de diciembre de 2008

¿De verdad pasa el tiempo?

Qué facil es estudiar el Arte y la Historia del pasado, todo va cayendo en ese saco que diluye las formas menos definidas y más pequeñas.

Lo normal es entender que vivimos en el Presente pero, ¿Acaso no vivimos en el pasado? ¿Y en el futuro?

Hay que imaginar el complejo temporal como un reloj de arena infinito: las unidades de tiempo (milenios, lustros, siglos, años, meses, semanas, días, horas, minutos o segundos, como prefiramos) son aquellos granos de arena que pasan de un lado a otro. La parte superior es el Futuro y la inferior el Pasado. El instante en el que un grano de arena se encuentra en el Presente, intersección de ambas partes, es ínfimo, no importa para nada, lo que importa es el montoncito que va quedando en el Pasado al fin y al cabo.

Y es que posiblemente vivamos más en el Pasado y en el Futuro que en el propio Presente. Nuestro protagonismo es nulo en un presente y sin embargo cada grano de arena de este presente es absolutamente necesario para construir la montaña del pasado.

Además, ¿Qué conocimiento tenemos del Presente? Prácticamente ninguno, solo del pasado se tiene absoluto conocimiento, del Futuro se aventura y especula.

En el presente se espera. Se observa. Los sentidos son los agentes del Presente que nos ayudan a tener mejor idea del Pasado y a intentar prefigurarnos el Futuro. En el Pasado y el Futuro no hay sentidos, no tienen lugar, del primero ya se han ido, al segundo aún no han llegado.

Así es fundamental tener bien ejercitados los sentidos, intentar captar y aprender en el Presente de todo lo que te rodea antes de que todos esos recuerdos, imágenes, sonidos, texturas, etc. queden cristalizados en el ambar del Pasado.



En fin... tengo un 7,5 en el examen de Renacimiento, esto es: Sobresaliente o Matrícula de Honor en la nota final del cuatrimestre, ya que el profesor dice que en los exámenes parciales nunca pone más de 7,5. Además, al lado de mi nota había un punto negro, y le he preguntado a Valdovinos qué significaba.

- ¿Está muy arriba no? - me ha preguntado. - Eh... si, creo que si... - digo yo. - Eso es bueno entonces.

Y dejándome ahí, sin saber muy bien cómo de bueno era, me he ido a sentarme a mi sitio. Al poco se acerca y me dice:

- Tu examen era el que mejor estaba de todos, he estado apunto de ponerte 8, pero bueno, tenías ahí algunas cosas que...

Así que bueno, me puedo dar por satisfecho, a ver si sigo así. Que siempre sienta bien que una eminencia del arte en este país, como es el Prof. Cruz Valdovinos, te diga que tu examen es el mejor de los 60 que ha corregido.

1 comentario:

  1. Esa contradicción de la que hablas es una condición inherente al tiempo, al espacio y a la vida misma.

    Felicidades por la nota de examen.

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