Un año después de encontrarse el buque hundido cerca de Chipre, los arqueólogos han vuelto a investigar el yacimiento submarino. Se cree que el barco data del s. IV a.C. de la época de Filipo II y su hijo: Alejandro Magno. Se encontró sumergido a 45 m de profundidad.
Resulta impresionante imaginar la de restos arqueológicos que quedan en las profundidades del mar mediterráneo, pues la navegación en la antigüedad era mucho más peligrosa que en nuestros días y los barcos también estaban hechos más toscamente, por lo que era dificil que sobrevivieran a las grandes tormentas y oleajes.
La verdad es que tiene que estar emocionante realizar una excavación a 45 m por debajo del nivel del mar, se necesita saber bucear bastante bien, usar bolígrafos especiales, hojas especiales, etc. Además, al mover los objetos es necesario tener mucho más cuidado, pues se pueden despedazar más facilmente al estar corroidos por el agua durante tanto tiempo.
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