Realizado hacia 1636-38 para la Torre de la Parada, este lienzo de Velázquez ha sido una de las pinturas que más interpretaciones contradictorias y mayores problemas ha propiciado de toda la obra del artista sevillano.
Se ha querido ver en ella una figura de un Dios de la Guerra abatido, cansado, alegoría de una España en decadencia... pero ni esto quiso expresar Velázquez, ni la España del momento se veía en decadencia por parte de los contemporáneos.
Este Dios Marte se encontraba en la Alcoba Real dentro de la Torre de la Parada, palacete de descanso del Rey durante las Cacerías Reales. Y es un Marte que se acaba de despertar y está sentado en su cama contemplando al espectador.
Las obras de la Torre de la Parada fueron organizadas y encargadas por Don Jerónimo de Villanueva, brazo derecho del Conde Duque de Olivares. Villanueva era pariente de Quevedo y sabemos que este estuvo en Madrid entre el 34 y el 39. Puede que fuera este literato el que dio la idea de colocar esta obra en el dormitorio del rey. En su libro "Política de Dios y Gobierno de Cristo", publicado por entonces, nos dice que la caza ha de ser tomada como un complemento al gobierno y que no debe distraer al monarca de uno de sus más importantes deberes: la Guerra.
Así, el cuadro de Velázquez serviría de "espejo" para el Rey que se acaba de despertar y se ve reflejado en la figura del Dios de la Guerra, recordando que no debe olvidar sus deberes como monarca aún cuando se encuentre inmerso en una Cacería Real. Así, igual que Marte es el Dios de la Guerra incluso cuando se levanta, también el Rey tiene que actuar conforme a sus competencias incluso cuando se levantaba allí, en esa pequeña pieza del palacete de descanso de caza.
Pablo Aparicio Resco
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