Una de las mejores cosas que he podido ver esta vez ha sido el Museo Nazionale Romano, en el que se encuentran algunas de las obras de arte más conocidas de la Antigua Roma. Tiene cinco sedes distintas a lo largo de la ciudad de las que he podido ver tres: el Palazzo Massimo alle Terme, el Palazzo Altemps y el Museo Palatino; así que voy a escribir tres entradas mostrando las mejores obras de cada parte del museo que he visitado.
Comencemos por el Palazzo Massimo Alle Terme, un edificio construido en el s. XIX imitando el estilo del cinquecento. Al entrar tenemos una magnífica librería a la izquierda en la que podemos encontrar, además de las guías del museo, algunos de los mejores volúmenes de arte clásico romano -sobretodo en italiano pese a que también hay bastantes en inglés-. Como la cantidad de obras magníficas que podemos encontrar es abrumadora, voy a elegir solo una a comentar.
Me encantó poder ver en persona al Pugil de las Termas. La escultura responde a modelos de Lisipo como denota la posición sentada y la capacidad de captar un momento preciso pero, sin embargo, la escultura puede datarse en el s. I a.C. por el clasicismo del cabello y el completo realismo helenístico que desprende toda la obra. Los guantes responden así mismo a un modelo usado en esa época, con tiras metálicas insertas en cuero.
Es una obra de arte de una calidad y una técnica esquisitas y que muestra un trabajo del bronce muy perfeccionado. El Pugil o Boxeador está sentado, descansando, exhausto, respirando fuertemente y con el rostro lleno de heridas (ya que la cara era el único objetivo permitido en el antiguo boxeo).
Los labios y las heridas están coloreadas con un tipo distinto de bronce más rojizo que da una plasticidad distinta a la figura.
Por otro lado también tengo que mencionar la cantidad de frescos y mosaicos que se pueden ver en el museo, conviertiéndolo en una de las mejores galerías - si no la mejor - de arte romano del mundo.
Pablo Aparicio Resco
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