jueves, 23 de agosto de 2012

Arcesilao, el escultor de Julio César.

Denario del 44 a.C. "Venus Genetrix".
Aunque actualmente se conservan muchísimas más esculturas romanas que griegas, el número de artistas romanos de los que conozcamos el nombre es muy reducido. ¿Se debe ello a que lo que realizaban con más asiduidad eran copias o reinterpretaciones de esculturas griegas? Sea como fuere, sí sabemos el nombre de algunos importantes escultores romanos, Arcesilao es uno de ellos. 

Comencemos diciendo, para desgracia y desesperación del lector, que Arcesilao fue un escultor griego. Y no, no nos tiren cosas a la cabeza todavía. Fue un escultor griego que ejerció su trabajo principalmente en la Urbs, en Roma. Por ello que, de facto, pueda ser considerado un escultor romano. Ricemos el rizo y si lo prefieren dejémoslo así: fue un escultor griego, que trabajó en Roma pero nació en Cirene (actual Libia), siendo así de origen africano. No es tan fácil distinguir tajantemente lo griego y lo romano.

Digamos desde el principio que no conservamos ninguna obra que se pueda adscribir inequívocamente de Arcesilao. Nos tenemos que basar en el estudio de los textos antiguos y de obras de artistas similares para entender su producción.

Atalanta de Pasiteles. ca. 50 a.C. Museos Vaticanos, Roma. 
Fue, junto con Pasíteles, uno de los escultores más importantes de la Roma del s. I a.C., protagonizando la llamada "Escuela Neoática". Ésta se caracteriza fundamentalmente por intentar recuperar e imitar la estética de comienzos del s. V a.C. en Atenas, lo que se busca con un forzado estatismo y rigidez que hacen que se pierda la frescura original del arte griego del siglo V a.C. pero que nos muestra también, con gran eclecticismo, una reunión de elementos de diferentes corrientes artísticas –reminiscencias del canon policlético en el cuerpo mientras que el pequeño tamaño de las cabezas con respecto a éste nos acerca al canon de Lisipo; un cuidadoso estudio de la naturaleza de la mano de una exagerada idealización arcaizante de las figuras, etc. –, quedando encuadrados dentro de ese intento de vuelta a lo primitivo, a lo clásico, al que, ya en tiempos romanos, era considerado el cenit de la cultura.


Pasiteles y Arcesilao eran además, como nos dicen los autores clásicos, grandes amantes de la teorización: estos artistas escribían tratados de arte, estética e iconografía, de carácter erudito. Tenían la costumbre de estudiar y observar detalladamente el tema de la obra que iban a realizar, ponían mucha importancia en el modelo, en la idea, lo que contribuía en cierto modo a esa pérdida de la frescura característica del arte que nace de una mayor espontaneidad.

Sabemos, sin embargo, que estos artistas seguían realizando también obras en la línea del Helenismo imperante,  con temas naturalistas, recargados y de carácter más barroco. Esto se debe a que estaban plegados a los encargos y gustos de los comitentes de la época que pese a que poco a poco se fueron encaminando hacia el Neoaticismo, más sencillo y clásico, todavía tenían muy cerca el barroco helenístico.

De Arcesilao no nos dicen mucho los autores clásicos. Sobre todo se debe a Plinio el Viejo la información que tenemos sobre él:

"Asinio Polión, hombre agudo y apasionado, también quiso que sus monumentos fueran dignos de expectación: allí están los Centauros llevando a las ninfas de Arcesilao, (...)." (Plinio el Viejo, Hist.Nat.,36.33)

"También resalta Varrón la calidad de Arcesilao, sobre todo por una leona de mármol jugando con unos Cupidos alados, de los cuales unos la tienen atada, otros la obligan a beber en un cuerno y otros le están calzando unas sandalias, todo ello de una sola pieza de mármol." (Plinio el Viejo, Hist.Nat., 36.41)

"L. Lúculo le encargó una efigie de la Felicidad por 1.000.000 de sestercios, que no llegó a ver la luz a causa de la muerte de ambos; a Octavio, un caballero romano que quería que le hiciera una crátera, le cobró un talento por el modelo de yeso." (Plinio el Viejo, Hist.Nat., 35.156)

Su obra más importante debió ser, sin embargo, la estatua de culto de Venus Genetrix.

El Foro de César en la Maqueta Gismondi de la Roma Antigua.
La noche antes de la Batalla de Farsalia (48 a.C.), Julio César juró levantar un templo en Roma en honor a su diosa Venus, mítica antepasada suya, si lograba la victoria contra Pompeyo:

"En el curso de un sacrificio, a media noche, invocó a Marte y a su misma antepasada, Venus -pues se creía que el linaje de los Julios descendía, con un ligero cambio de nombre, de Eneas y del hijo de éste, Iulo-, y le prometió, si salía con bien de su empresa, erigirle un templo en Roma, en acción de gracias como 'Portadora de la Victoria' (nikephoros)." (Apiano, Hist.Rom., 2.68)

Tras conseguir su objetivo, y como había prometido, comenzó las obras de su foro, el Forum Iulium, que estaría presidido por el Templo de Venus Genetrix y encargó a Arcesilao su estatua de culto:

"Es magnífica, igualmente, la figura de Arcesilao, (...) cuyos bocetos se vendían entre los propios artistas a más precio que las obras acabadas de otros; él fue el autor de la Venus Genetrix del Foro de César, que fue colocada, por la prisa de dedicarla, antes de estar acabada." (Plinio el Viejo, Hist.Nat., 35.155-156)

De esta estatua ha habido muchas interpretaciones pero lo más probable en la actualidad es que responda a este modelo, conocido gracias a investigaciones de tipo numismático:

Posible reconstrucción de la estatua de culto de Venus Genetrix.
Un resumen del estudio que he realizado sobre esta posible escultura puede leerse aquí.


Pablo Aparicio Resco
@ArcheoPablo

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