Castillo de Venus, en Erice, Sicilia. En el lugar del antiguo santuario. |
La importancia de Venus a lo largo de la Historia Romana es sobresaliente. Grandes generales como Sila, Pompeyo o César la tomaron como fiel protectora. ¿A qué se debió?
Entre los antepasados de los latinos, antiguos habitantes del Lacio, parece que venus era un nombre común que designaba una especie de “suerte”, “gracia divina” o “voluntad sobrenatural", que, con el paso del tiempo, después del periodo regio, fue divinizado en forma de una deidad femenina caracterizada principalmente por otorgar la victoria en los diversos ámbitos de la vida. No en vano, el primer templo a la divinidad levantado en Roma fue el de Venus Obsequens (en 295 a.C.), es decir, el de la Venus “que obsequia”, que es propicia y favorable al fiel, lo que tiene mucho que ver con el significado primitivo de la palabra venus.
Por otro lado, paralelamente, la Afrodita griega comenzó a penetrar en suelo itálico: aparece como Apru para los etruscos –que la designaban en ocasiones con el nombre de Turán o reina–; como Frutis para los rutulos de Ardea; etc.
Más al sur, en Sicilia, se había desarrollado el culto a Erix, una diosa greco-púnica de la naturaleza, que defendía el extremo occidental de la isla, y que poco a poco fue resaltando su aspecto de diosa de la sexualidad que quedaba bien reflejado en la conocida práctica de la prostitución sagrada, necesaria de frecuentar para obtener los favores de la diosa.
"Venus Púdica". Museos Capitolinos, Roma. |
Estos aspectos –el de diosa de la suerte o de la victoria latina (1); diosa del amor, la belleza y la persuasión griega (2); diosa de la sexualidad siciliana (3)– se fusionaron en una sola divinidad, la Venus Romana, teniendo como aglutinante la leyenda de Eneas (4) que situaba al hijo de Venus como antepasado del popolus romanus.
Venus aparecerá entonces con diferentes epítetos: Felix, Caelestis, Ericina, etc. entre los que va a destacar, sobre todo desde el siglo II a.C., el de Victrix, ya que el sentido de “victoria” entendido como “regalo divino”, como ya hemos explicado, era el aspecto más marcado de las raíces religiosas de la Venus romana.
La Venus romana, como diosa victoriosa, está unida en sus orígenes con el mundo militar. Esto explica que la relación entre Marte y Venus sea mucho mayor que la que existía entre los dioses griegos Ares y Afrodita. No en vano, el ya citado templo a Venus Obsequens fue construido como ofrenda a la diosa gracias a la ayuda propiciada en la Tercera Guerra Samnítica (298-290 a.C.). Más tarde, en el 217 a.C., se prometió también la construcción de un templo de Venus Ericina en Roma ante la grave situación de la Segunda Guerra Púnica. La diosa siciliana Erix se había asimilado con Venus y en su santuario había tenido lugar una heroica defensa romana ante las tropas cartaginesas en la Primera Guerra Púnica. Con la construcción de su templo en el pomerium de Roma se pretendía asegurar para esta nueva ocasión la ayuda que ya había prestado otorgando la victoria a los romanos en anteriores conflictos.
"Venus Pompeyana", Taberna delle Quatro Divinità, Pompeya. |
De forma tardía, en torno al 48 a.C., Julio César otorga a Venus el epíteto de Genetrix, que reforzaba la pretendida ascendencia divina del general: los Julios se consideraban descendientes de Iulo, hijo mítico de Eneas y, por lo tanto, nieto de Venus.
Como vemos, la diosa Venus fue usada en Roma con un doble sentido: religioso pero también político. Era muy beneficioso tener de tu lado una diosa que te proporcionara la Victoria, si no lo hacía de forma "real" sí era llevado a cabo de forma simbólica: presagios y augurios se encargaban de que el pueblo así lo creyera.
Pablo Aparicio Resco
@ArcheoPablo
Me encanta lo que planteabas en facebook: ¿Qué otras diosas del Mediterráneo "absorbe" Venus? Es tan interesante ver cómo los cultos se reciclan, se convierten, se adecúan a los nuevos tiempos y necesidades (sobre todo a las necesidades del poder dominante, mira el descalabro que hicieron con la fiesta del Sol los cristianos...)
ResponderEliminar¿Podrían ser también Ishtar o Astarté "antepasadas" de Venus? Diosas del amor, muchas veces carnal, de la vida y la fertilidad... incluso Ishtar en Mesopotamia era mucho más bélica que la Astarté fenicia... :D
Sí, creo que Ishtar o Astartè llegarían quizás paralelamente a la Afrodita griega, posiblemente también de forma indirecta a través de ella. Los romanos eran terriblemente expertos en absorber otras divinidades, es genial...
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