domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Cual es el pulso de la Arqueología en España?


Excavación en el yacimiento de Axlor (Dima, Bizkaia).  
En estos tiempos convulsos nos llegan cada día noticias de nuevos hallazgos, yacimientos que dan la bienvenida a nuevas campañas y otros que cierran las actuales, museos que aumentan sus colecciones y museos que cierran o se paralizan. ¿Podemos mirar a través de esta acelerada cascada de información e intentar acercarnos a la situación actual de la Arqueología en España?

Para muchos ajenos al "mundillo", la Arqueología es algo para tiempos mejores. No podemos estar jugando a ser aventureros cuando hay gente que se muere de hambre. Así lo piensa la amplia mayoría de la calle. La televisión y las películas -a falta todavía, de verme la nueva "Tadeo Jones"- venden  la Arqueología como cosas de Indianas Jones. Es como si la señora que compra patatas no viera la importancia de aquel que las siembra. Como si el dueño de un iPhone despreciara el trabajo de los informáticos o lo viera como un pasatiempo. La gente que disfruta de exposiciones, museos, visitas a yacimientos, reconstrucciones, películas y series, libros, etc., no es consciente de que gran parte de esos productos no existirían sin el trabajo de los arqueólogos


En la puerta del Museo Arqueológico de Jerez...
Pese a lo que pueda parecer, muchos del sector no se quedan parados. Proyectos como "JAS Arqueología", secundados por grandes "arqueólogos públicos" -es decir, dedicados a la llamada Arqueología Pública- intentan acercar nuestro trabajo y, más importante aún, nuestra forma de trabajar , a la gente de la calle, para demostrar que no nos pasamos las horas jugando y que nuestras "aventuras" son tan importantes y profesionales como las de médicos, periodistas, abogados o lingüistas

Pese a que estamos rodeados de negros nubarrones, no todo son malas noticias. Aunque nos preocupe el cierto descrédito popular del que goza nuestra profesión, últimamente están surgiendo medios divulgativos de grandísima calidad que tratan la Arquelogía como una ciencia -véase por ejemplo "Materia"-, algo de lo que en ocasiones los propios arqueólogos todavía nos ruborizamos. Sea o no una ciencia, tenemos que demostrar que debe ser tratada como tal si queremos vencer -y convencer- al gran enemigo de la Arqueología Española: las autoridades públicas.


Esta gran quimera de la investigación arqueológica -como de tantos otros sectores "no rentables en tiempos de crisis" está cercenando poco a poco muchas de las cabezas de nuestra Arqueología, paralizándose y cerrándose Museos y Parques Arqueológicos sin ningún tipo de pudor. ¿Qué hacer cuando se cree que es mejor dar vía libre a proyectos como el de la ciudad-casino Eurovegas que a los cientos de iniciativas culturales que están paralizadas? ¿Cuantos puestos de trabajo crearía la explotación correcta del patrimonio arqueológico? ¿No obtendrían trabajo arqueólogos, historiadores, peones, arquitectos, constructores, abogados, comerciales, periodistas, diseñadores, cocineros, comisarios de exposición, personal de museos, etc., etc.?


Excavación en el yacimiento de La Torre dos Mouros (Galicia)


No intento demostrar que la Arqueología deba ser la única base de nuestra sociedad, pero sí que el potencial cultural, arqueológico y artístico, de España es tan grande que podría significar la creación de miles de puestos de trabajo y el ingreso de grandes cantidades de dinero gracias al turismo. Con ello, además, se potenciaría la Cultura, algo contra lo que está luchando ferozmente nuestro actual gobierno.

Proyectos como del yacimiento de La Torre dos Mouros (Galicia), donde el contacto con la población de Lira, un municipio de Carnota, ha estado presente día a día, muestran cómo la gente que apenas tiene conocimientos de Historia o Arqueología disfruta, se interesa y considera algo suyo -por lo tanto lo protege-, el estudio del Patrimonio. Todo esto se consigue construyendo un firme puente entre los arqueólogos y la población, y poco a poco vamos caminando en esa dirección.

Resulta preocupante, así mismo, darse cuenta de cómo este panorama en el que vive nuestra Arqueología no es visible desde el núcleo de las grandes universidades, que siguen empeñadas en mantener una o dos excavaciones de verano -que darán prestigio a algunos docentes- junto con unos más que amarillentos apuntes que repiten año tras año los mismos caducos contenidos. Así, normalmente es de mano de empresas e iniciativas privadas desde donde llegan las principales novedades y avances en nuestro sector.

Así mismo, resulta espectacular hoy en día el avance que para la divulgación arqueológica han supuesto las redes sociales, sobre todo Twitter y Facebook, gracias a las cuales se difunden noticias, artículos, cursos, congresos, etc., aumentando el interés y el conocimiento general sobre nuestra profesión. Gracias a ellas también se llega a contactar con profesionales y amateurs, dando lugar a fructíferas conversaciones y opiniones.

Visita a Segóbriga (Cuenca)
Como vemos, el panorama no es alentador pero hay muchas posibilidades, ilusión y ganas. Sin duda estamos en un momento de grandes cambios en los que la Arqueología Española debe redirigir sus pasos, centrándose más en la divulgación científica y cercana que nos proporcione un amplio reconocimiento por parte de la sociedad. Sin embargo, esta divulgación no debe estar exenta de nuevas investigaciones, excavaciones y hallazgos, que permitan acercar una Historia "recién hecha" a todos los ciudadanos. Creo que saber acercar con rigor las novedades arqueológicas a la población es algo clave para lograr el interés que empujará a la administración pública y a inversores privados aportar los fondos necesarios para realizar nuevas excavaciones.

Por último, debo recomendar -de nuevo, ya lo he hecho antes en este blog- el libro "El Futuro de la Arqueología en España". Publicado a finales del año pasado, es una lectura fundamental para todo aquel que quiera conocer un poco más de dónde venimos y a donde vamos. Sería muy positivo que en las distintas universidades españolas se aconsejara fervientemente su lectura.


Pablo Aparicio Resco
@ArcheoPablo



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